Tradición y Crecimiento: Iluminando el Camino Universal
DESARROLLO
Unos de los objetivos es provocar en el alumno su desarrollo intelectual y alcanzar un grado óptimo de conocimiento de las materias que se imparten.
Por su misma naturaleza, la teología debe conducir al encuentro personal con Dios, suscitando en quien la estudia un estímulo a la oración y a la contemplación. La espiritualidad que nace de una vida de fe es como una dimensión interna de la teología. Una teología que no profundice en la fe, que no conduzca a orar, puede ser un discurso de palabras sobre Dios; pero no será jamás un verdadero discurso en torno a Dios, al Dios Vivo, al Dios que Es, y cuyo Ser es el Amor. (Juan Pablo II, Discurso a los sacerdotes, Irlanda, 1º de octubre de 1979).
ILUMINA
Creemos que el conocimiento Teológico ilumina nuestra forma de pensar, creer y actuar, por eso continuamente invitamos a la profundización.
Así, la riqueza teológica se proyecta también hacia los demás cultivando, ya desde la mesa de estudio, el hábito de aplicar la Palabra de Dios a las realidades temporales y a la mudable condición humana, y de buscar la traducción del mensaje de salvación a la sensibilidad del hombre contemporáneo pues el estudio de la teología no busca una formación intelectual y humana al servicio del estudiante, sino al servicio del Evangelio y del hombre. Es una misión. Se trata de estudiar para iluminar, de aprender para después enseñar, de comprender para posteriormente ser capaz de mover los corazones hacia Dios.
UNIVERSAL
Unos de los objetivos es provocar en el alumno su desarrollo intelectual y alcanzar un grado óptimo de conocimiento de las materias que se imparten.
Por su misma naturaleza, la teología debe conducir al encuentro personal con Dios, suscitando en quien la estudia un estímulo a la oración y a la contemplación. La espiritualidad que nace de una vida de fe es como una dimensión interna de la teología. Una teología que no profundice en la fe, que no conduzca a orar, puede ser un discurso de palabras sobre Dios; pero no será jamás un verdadero discurso en torno a Dios, al Dios Vivo, al Dios que Es, y cuyo Ser es el Amor. (Juan Pablo II, Discurso a los sacerdotes, Irlanda, 1º de octubre de 1979).
TRADICIÓN
Creemos que el conocimiento Teológico ilumina nuestra forma de pensar, creer y actuar, por eso continuamente invitamos a la profundización.
Así, la riqueza teológica se proyecta también hacia los demás cultivando, ya desde la mesa de estudio, el hábito de aplicar la Palabra de Dios a las realidades temporales y a la mudable condición humana, y de buscar la traducción del mensaje de salvación a la sensibilidad del hombre contemporáneo pues el estudio de la teología no busca una formación intelectual y humana al servicio del estudiante, sino al servicio del Evangelio y del hombre. Es una misión. Se trata de estudiar para iluminar, de aprender para después enseñar, de comprender para posteriormente ser capaz de mover los corazones hacia Dios.